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— (Foto de niños pobres)
— Gente quejándose de que “Dios” no hace nada…

Yo no veo a la naturaleza quejándose, no veo a los pájaros lamentando las sequías, ni a las ballenas reclamando por lo depredadores ni a ningún primate hablando del sufrimiento provocado por los desastres naturales.

Ese niño no apareció de la nada, no es producto de generación espontánea. Nació de dos padres que tuvieron sexo, nació de una mujer que lo tuvo en su vientre durante 9 meses, nació en una familia, que pertenece a una comunidad, que a su vez pertenece a una población, a un país, a una humanidad.

Se le llama responsabilidad. Ese niño es hijo de sus padres, de su familia, de su tribu, de su poblado, de su país, es un hijo de la humanidad. Si un hombre puede tener billones de dólares en el banco y no es responsabilidad de Dios su fortuna, un niño puede morir de hambre y no es responsabilidad de Dios tampoco. ¿No hay suficiente comida en el mundo? ¿No hay manos que trabajen? ¿No hay personas que labren la tierra? ¿No hay libertades que cuiden del indefenso? ¿No hay semillas? ¿No hay agua? ¿No hay sol? ¿No tienes inteligencia? ¿No puedes mover tus manos?

Se le llama responsabilidad. El libre albedrío no es “hacer lo que quiero”, el libre albedrío es reponsabilidad de mis actos. Por eso el que se embriaga con alcohol “porque quiere” no es libre, es un esclavo de sus instintos, por eso el que tiene libre albedrío puede ser juzgado, puede ser puesto frente a la justicia, porque ser libre significa que mis actos son reales, son personales, impactan la realidad y son cometidos por mi y nadie más es responsable por ellos, mis actos tienen consecuencias reales. Eso es ser libre, eso es el libre albedrío, eso es ser hombres. Dios no va a venir a abolir TU responsabilidad, ni la de ninguna persona porque va contra nuestra naturaleza, esa es nuestra imagen de Él en nosotros.