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1 Yo no soy católico porque no soy hipócrita, como ese que va a misa y hace [insertar]

La validez de una decisión o los valores reconocidos o las verdades creídas no se basan en la capacidad de la persona que las declara, cree o predica, para tenerlas, sostenerlas o vivirlas. El médico fumador puede declarar abiertamente el daño que causa el tabaco y el daño que causa el tabaco seguiría siendo real. Un político corrupto puede reconocer el daño que la corrupción causa a la economía o a la sociedad de un país, y ese daño seguiría siendo real aunque él mismo sea causa de ese daño.

Nadie deja de creer en la democracia aunque su país este lleno de corrupción, nadie deja de creer en la educación aunque todos los maestros que conozcan sean incompetentes. Y esto es por que el hombre naturalmente sabe y entiende la grandeza que aspira en cada cosa que toca, en cada institución que forma, en cada ley que crea… el hombre entiende el “espíritu” trascendente al que aspira cada cosa que emprende y que crea en conjunto y en sociedad, pero siempre el ideal le queda muy grande a la realidad, a su propia realidad, siempre las historias de héroes son superiores a la fuerza de nosotros los hombres comunes. Esto siempre ha sido, pero siempre es también causa de la constante búsqueda de perfeccionar, anhelar, reconocer lo bueno, lo ideal…

La hipocresía es escupir en la cara cualquier cosa que no se adapte a mi mentalidad con el pretexto de la incongruencia del otro. Y lo peor, no tener un poco de integridad humana para revisar si eso que creo acerca del otro, es real, fundado, entendible, si lo que me dice es digno de ser escuchado, dialogado…

2 No puedo creer en “La Iglesia” cuando veo que esta llena de [insertar]

La Iglesia esta llena de [insertar] desde sus inicios. Desde los apóstoles encontramos corrupción y traición, siempre ha habido pecado a manos llenas y también redención a manos llenas. La Iglesia no es un “resto” separado de la humanidad, no es un mundo aislado ni ajeno a lo humano, y no forman parte de ella seres diferentes a ti o a mi.

De hecho la Iglesia NO es el clero. No son ellos los que mandan en la Iglesia. Me causa risa el alboroto por la marcha por la familia que se realizó en México, como si cada una de esas miles de personas estuvieran ahí por causas que fueron insertadas anónimamente por un clero manipulador, un grupo pequeño de poderosos seres que controlan las estúpidas masas a su beneficio (todavía falta saber el beneficio). La realidad es que los que estuvieron ahí, Santiago, Jorge, Mónica, Erick, Fernando, Salma, Fabiola… tienen fuertes convicciones, tienen razones particulares y reales acerca de lo que significan ciertas cosas en su vida, ciertas definiciones, ciertos derechos, ciertos valores… esto esta en su experiencia vital que quizá difiere de la tuya, pero es parte de lo que es cada uno de ellos en particular.

Hoy más que nunca es muy fácil creer lo que uno quiera, existe libertad total, flujo ingente de información, estamos a 3 clicks de conocer lo que cualquier ser humano ha conocido durante miles de años. Cuando la gente cree algo es porque con libertad de conciencia ha sopesado en su experiencia vital lo que se le propone, ya sea revelado, estudiado, entregado, demostrado…

La Iglesia puede ser tu mejor amigo, tu próxima novia, tus padres, tu maestro, tu peor enemigo o la persona que más odias, puede ser tu vecino, tu abuelo, o la persona que admiras, puede ser el deportista que amas o la persona que menos comprendes… la Iglesia somos todos ellos, no es el clero, no es gente diferente en su humanidad, es gente que tiene una fe y una esperanza, una forma de ver la existencia, tienen razones que no son tus razones, por alguna razón…

3 Que fácil se la tienen, pecan, lastiman, destruyen pero todo se borrar con una confesión

La confesión no es un jueguito de mesa, ni un app… no existe la dificultad “fácil” no es algo para jugar o manipular, es algo serio y tremendo, es la posibilidad para el hombre que se sabe pecador, (se que tú no porque eres más grande que el dios imaginario que te vendió el Internet) el hombre de verdad que se mira pecador y encuentra en él una razón real de arrepentimiento, de un deseo de comenzar de nuevo, de un hombre o mujer que encuentran en si mismos la claridad de saber que hay algo mejor que lo decidido y vivido… y su arrepentimiento es mortal, real, insoportable, y confiesa su culpa no para ser perdonado, confiesa su culpa porque es lo único justo que puede hacer… y en esa palabra dicha encuentra un perdón real, que no es una moneda de intercambio, no es una transacción hecha, ni un botón instantáneo… el hombre que confiesa para volver a pecar, quién no tiene arrepentimiento ni deseo de enmendar, más le vale no haberse confesado, porque se condena doble, por pecar y por jugar con la Gracia.

4 Extra

El Catolicismo no es para los débiles, (no me refiero a los débiles físicamente, ni a los débiles mentales, ni a los pequeños) no es para los débiles de carácter, ni para los inconstantes, ni para los pusilánimes que creen una “gracia” decir “me encanta pecar” porque se acostaron con la primera que se encontraron (luego me cuentas como terminas tu vida y la de ella), o porque creas que “entiendes” de que va realmente Dios, de que va realmente la Iglesia Católica, de que va realmente lo que creen… y muchos pusilánimes están no solo fuera sino se dicen “dentro” de la misma.

¿Y todos los débiles que vamos a misa? Pobres de nosotros, porque seremos juzgados con una severidad mucho mayor, porque decíamos creer y no creíamos, cerrábamos las puertas a los demás, y ni nos salvábamos nosotros ni dejábamos entrar a otros que hubieran entrado si hubiéramos sabido ser mejores.

Pero para Dios nada es imposible, ¿cuando fue la última vez que sinceramente oraste a Dios para que te ayudara a comprender? Olvida a los pusilánimes, los que están adentro y afuera de la Iglesia… pide constantemente, reza constantemente a ese Dios que no crees, a ese Dios que crees no tiene nada que ver con la Iglesia, a ese Dios que quizá hayas terminado odiando porque quieres que deje de callar…

—CJBS