¿Por qué leer la Biblia?
Porque la Biblia es la apasionada persecución, la incansable búsqueda de Dios por el hombre.
Pero hay algo más, es en la Biblia donde puedo “aprender” el modo en como Dios y nosotros los hombres nos comunicamos. Puedo aprender acerca de la pedagogía divina, la manera en como Dios nos habla, nos enseña, y al mismo tiempo verme reflejado en las respuestas de los que me precedieron en la Fe, aquellos de los cuales no se narran historias que ya pasaron, sino historias de las cuáles yo también me veo involucrado y con las cuales puedo interpretar mi presente ante Dios.
¿Por qué yo leo la Biblia?
Para respirar y entenderme con Dios, porque Dios se revela en lo que se me ha dado a conocer a través de la Fe de la Iglesia y la Iglesia vive y respira de lo que ella misma ha puesto por escrito para transmitir dicha Fe, no solo acerca de la Palabra que “vieron y tocaron” sino toda la revelación que preparo que el Verbo se hiciera carne, la historia sagrada.
En la Biblia no hay “datos” de Dios, no hay “verdades” aisladas en versículos, no es un manual de moral ni de buenas costumbres, no es una lección de historia ni de geografía, es toda una lección de lenguaje, de comunicación, el lenguaje de un Dios encarnado no solo en apariencia, sino también encarnado en el lenguaje y las palabras humanas —entintado—, es la conversación del absoluto total con la humanidad toda que es cada uno de nosotros.
¿Como leer la Biblia?
Ah! que difícil es realmente leer la Biblia, no porque sea “aburrida” o “pesada” al contrario en ella están las historias más apasionantes que uno pueda leer. Es difícil porque esperamos de ella cosas que no tiene (moral, lecciones, la palabra de Dios sin mediación o interpretación alguna…) pero ante todo porque hoy, tú y yo, tenemos ya poca sensibilidad y práctica de escuchar y entender una multitud de maneras de hablar, poética, alegórica, histórica (que no historiográfica) mítica, parabólica, orante, religiosa, … modos de hablar que el hombre bíblico entendía muy bien, con el cual comprendía sutilezas y matices que hoy se escapan.
Entonces lo más importante para leer la Biblia es: sensibilizarnos a su lenguaje… empaparnos de su manera de hablar para entonces comenzar a pensar y hablar como nos habla, pensar como el hombre que busca a Dios piensa.
Es abrumadora la diferencia de leer con atención la Biblia por primera vez y leerla cuando ya vives, respiras, bebes el lenguaje bíblico. Yo mismo he sido parte de dicho proceso. Cuando “tienes la llave” del lenguaje bíblico puedes “abrir muchos sus misterios”.
Por ello recomiendo varios pasos:
- Comenzar a leer ya, hoy mismo, los Evangelios en el orden que se presentan, San Mt, San Mc, San Lc, Sn Jn. y junto con Juan sus cartas.
- Leer después las cartas de Pablo y las apostólicas.
- Antes de entrar al Antiguo Testamento recomiendo leer algunos de los artículos de SanMatías.org, exégesis de los grandes exégetas católicos a ciertos pasajes del Antiguo Testamento, ó de los Padres de la Iglesia. Este paso te ayudará a ir comprendiendo ese lenguaje bíblico del que hablo.
- Recomiendo leer —si pueden encontrarlo— el libro “Viviendo con la Biblia” de Carlo Maria Martini†. Este libro sencillo te ayudará a entender las historias de los grandes personajes de la Biblia de otra manera, antes de adentrarte de lleno tú solo al texto bíblico.
- Comenzar a leer entonces sí, por tu cuenta los textos del Antiguo Testamento. Este orden es el que recomiendo: Génesis, Éxodo, Josué, Jueces, 1 y 2 de Samuel, 1 y 2 de Reyes. Esto te dará agrandes rasgos un acercamiento al lenguaje bíblico y a los libros históricos. Luego puedes leer en paralelo los libros sapienciales como: Job, Qohélet, junto con los proféticos: Jeremías y Oseas.
- Los Salmos desde el día uno deben de ser tu oración. De todos los libros del AT para mi estas oraciones maman por completo de la sensibilidad, preocupación, misión, e historia bíblica. Orar con los salmos es orar con millones de voces a través de todos los siglos que han clamado a Dios de una manera particular.
Deje muchos libros fuera por varias razones. Porque son más complejos, extensos o requieren una atención más detallada o especial. Mis recomendaciones son tan buenas o malas como las de cualquiera.
En todos los casos, desde el libro más sencillo hasta el más complejo debe de ir acompañado de leer una buena introducción o explicación al contexto histórico y religioso del libro. Una buena Biblia te ayudará a esto.
Hablando de las Biblias y sin abundar sobre este tema —lo dejare para otro artículo— mis recomendaciones son:
- Biblia de Navarra: No tan sencilla de conseguir en México, pero se puede pedir fácilmente en línea. Es una Biblia con una excelente traducción y con introducciones, comentarios y notas en linea con el magisterio, la tradición y los Padres de la Iglesia. La puedes comprar en Amazon aquí.
- Biblia de Jerusalén: Prácticamente se puede conseguir en cualquier librería católica o en línea. A favor tiene sus introducciones que aunque de carácter más científico, o de estudio —contexto histórico, idiomas, autores, lenguaje— son siempre útiles para comprender el panorama del libro que estamos leyendo. Su traducción es de las mejores.
- Biblia Nácar Colunga: Es una Biblia clásica con una traducción de un castellano elegante y más erudito, pero tiene un muy buen sabor al leerla. Sus notas e introducciones son pocas y pequeñas, aquí lo que vale es el texto —traducción—, si puedes tener 2 Biblias, recomiendo cualquiera de las anteriores y esta, eso te ayudará a contrastar las traducciones.
- Biblia del Peregrino: Tiene excelentes notas e introducciones, así como un lenguaje particularmente bello en muchos de los libros. Si la puedes conseguir es una excelente opción. NO confundir con la Biblia de Nuestro Pueblo que aunque tiene la misma traducción, las notas e introducciones cambian. El problema es que la versión de “Nuestro Pueblo” esta adaptada a Latinoamérica y esto significa que algunas notas tienen un enfoque y un énfasis mucho mayor en la “justicia social”, “solidaridad”, “preferencia a los pobres”. Cosas evangélicas y muy necesarias pero que sacadas de un contexto cristiano y poniéndolas siempre como lo más importante diluyen la grandeza del mensaje cristiano en su totalidad.
Otras Biblias: Existen otras Biblias populares como la Biblia de Latinoamérica o Latinoamericana, la Biblia Dios habla hoy, la Biblia de las Américas. Biblias que tienen traducciones mas o menos aceptables, pero que pueden ser mucho mejores. De igual manera sus notas y comentarios pastorales que están enfocadas como mencione en el punto 4, a realidades temporales que si bien son importantes, no son el único centro de la predicación evangélica. También algunas de estás contienen traducciones o elementos “ecuménicos” que intentan hacer énfasis en lo que tenemos en común con Protestantes, Cristianos Evangélicos, etc. Esto realmente no nos ayudan a lograr lo que queremos lograr cuando queremos adentrarnos en la la vida divina a través del lenguaje bíblico.
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