¿Por qué “Eran muchos los que iban y venían”?
Cuando Marcos nos habla de la multiplicación de los panes para los 5,000, nos dice que eran muchos los que iban y venían. La referencia no parece hablar de los que seguían a Jesús precisamente sino de la gente en la zona.
Él, entonces, les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco.» Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer.” (Mc 6,31)
Marcos no da más detalle y continúa diciendo:
“Pero les vieron marcharse y muchos lo reconocieron; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos.” (Mc 6,33)
Esa gente que iba y venía lo reconocieron cuando se marchaba de la zona y fueron a seguirlo y adelantársele.
Pero sí hay una explicación del gentío, y lo explica indirectamente Juan:
“Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos. Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos.” (Jn 6,1-4)
Ahora sabemos porque el gentío, y es que “estaba próxima la Pascua”.
Josefo nos dice (Guerra de los Judíos 6.9.3) de un estimado de 3 millones de Judíos en Jerusalén para la Pascua durante el reinado de Nerón. Josefo también menciona las dificultades causadas por la costumbre de los Galileos de pasar por Samaria cuando se dirigían a Jerusalén para la Pascua (Antigüedades 20.6.1)
Imaginemos la enorme cantidad de Judíos en la zona donde Jesús predicaba, transitando para la Pascua. Ahora entendemos el detalle que Marcos cuenta de pasada.
Hay adicional otro dato interesante:
“Entonces les mandó que se acomodaran todos por grupos sobre la verde hierba.” (Mc 6,39)
Marcos es el único evangelista que menciona el color de la hierba, debió ser una imagen que se quedó grabada en su mente cuando sucedió. Parece un dato simple, pero corrobora lo que Juan narra de la multiplicación de los panes, la hierba no es normalmente verde en esa región excepto en primavera, precisamente en la época de la Pascua.
Coincidencias sin diseño
¿Por qué destacamos estas coincidencias? Por qué son una mirada a las narraciones como lo que siempre se nos han presentado, relatos de testigos de los hechos. Es claro que los evangelistas destacaron y armaron las narraciones con una finalidad catequética, para enseñar y señalar lo importante, pero su base y fundamento son hechos, gestos y palabras que vivieron y experimentaron con Jesucristo.
Estás coincidencias que solo se entienden y explican mirando distintos testimonios (distintos evangelios) son marca de la veracidad de lo que cuentan. Si los evangelios fueran “diseñados” a base de invenciones, propósitos míticos, o propaganda, lo primero que podríamos esperar es que todos fueran completamente simétricos y nunca hubieran contradicciones aparentes. También esperaríamos que los detalles insignificantes al ser inventados fueran sintéticos e irrelevantes, falsables.
Pero lo que encontramos en los evangelios son aparentes contrapuntos que es lo que esperaríamos si fueran relatos de testigos, cada testigo narraría su propia mirada de los grandes sucesos, destacaría lo que a el le pareció más importante. Pero no solo eso, esperaríamos que en los puntos sin importancia, en los detalles simples narrados de pasada, al compararlos, se encontraran coincidencias que explican unos a otros. Es la marca indeleble de la base histórica de lo se narra.
Un agradecimiento a Lydia McGrew (Hidden in plain view) por esta coincidencia.
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