ÁNGELUS
El ángel del Señor anunció a María.
Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…
He aquí la esclava del Señor.
Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…
Y el Verbo de Dios se hizo carne.
Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…
Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Jesucristo. Amén.
Oración:
Infunde, Señor tu gracia en nuestros corazones para que cuantos, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su pasión y su cruz lleguemos a la gloria de su resurrección.
Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
ORACIÓN A SAN JOSÉ
San José,
tú que has custodiado el vínculo con María y con Jesús, ayúdanos a cuidar las relaciones en nuestra vida.
Que nadie experimente ese sentido de abandono que viene de la soledad.
Que cada uno se reconcilie con la propia historia, con quien le ha precedido, y reconozca también en los errores cometidos una forma a través de la cual la Providencia se ha hecho camino, y el mal no ha tenido la última palabra.
Muéstrate amigo con quien tiene mayor dificultad, y como apoyaste a María y Jesús en los momentos difíciles, apóyanos también a nosotros en nuestro camino. Amén.
ORACIÓN DE ABONDONO CARLOS FOUCAULD
Padre mío, me entrego en vuestras manos; Padre mío, me abandono a Vos;
Padre, Padre mío, haz de mí lo que os plazca; sea lo que hagáis de mí, os lo agradezco;
Gracias de todo, estoy dispuesto a todo; lo acepto todo; os agradezco todo; con tal que vuestra Voluntad se haga en mí, Dios mío;
Con tal que vuestra Voluntad se haga en todas vuestras criaturas, en todos vuestros hijos, en todos aquellos que vuestro Corazón ama,
No deseo nada más Dios mío; en vuestras manos entrego mi alma; os la doy, Dios mío, con todo el amor de mi corazón,
Porque os amo y porque esto es para mí una necesidad de amor: darme, entregarme en vuestras manos sin medida;
Me entrego en vuestras manos con infinita confianza, pues Vos sois mi Padre…”.
EL SEÑOR TE BENDIGA
“El Señor te bendiga y te guarde, el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te conceda su gracia, el Señor alce su rostro hacia ti y te conceda la paz”».