La radicalidad del Génesis

EL POEMA DE LA CREACIÓN DEL GÉNESIS ES LA COSMOVISIÓN MÁS COMPLEJA Y RADICAL QUE HA EXISTIDO.

La lectura superficial no penetra y por eso no comprende. Pero hay 3 puntos claves:

1. En el Génesis se declara de manera directa que Dios crea “de la nada” con su pura Palabra (voluntad). La secuencia de los seis “días” es usada de manera poética para declarar que Dios da forma al caos y llena el vacío con vida. La creación no es una guerra de poderes entre dioses y divinidades como en los relatos babilónicos, tampoco es un mero acto de azar, ni un accidente, es un acto deliberado, libre y creador. Por eso Dios puede declarar ante cada paso poético de días: «Dios miró todo lo que había hecho, y consideró que era bueno»
2. Se revela también que Dios crea al hombre y la mujer a su “imagen y semejanza”. Los hombres, no importa que sean barro y cenizas, tienen en ellos la imagen de Dios. ¿Qué significa esta imagen y semejanza? Un poco más adelante, en Génesis 5,3 se nos dice que «Adán tuvo un hijo a su imagen y semejanza, y lo llamó Set». Ahora entendemos lo que se revela en el Génesis, Dios nos da una semejanza de “hijos e hijas”. Pero lo más radical es que si, para muchas cosmogonías antiguas el rey podría tener alguna prerrogativa divina, el Génesis declara tajantemente que toda la humanidad (Adán y Eva), toda persona que nace, es un hijo de Dios y está hecho a su imagen y semejanza. Solo hay un Rey, Dios; y la humanidad, todos; no solo unos elegidos, somos sus representantes ante la creación.
3. Uniendo los puntos, llegamos al día 7 que nunca acaba. ¿Ahora se ve la manera artificial de los seis días? Mientras que los seis pasos anteriores tenían un fin, el día 7 es eterno. ¿Qué significa el número 7? El siete es un número que refleja perfección y plenitud, pero también significa ALIANZA. En Génesis 21 Abraham hace una alianza con Abimélec y aparta 7 corderos… Abimélec pregunta qué significan y Abraham explica que son señal de su alianza, “Sheba” significa siete y también alianza o juramento. Dios crea todo para entrar en relación y alianza con ello.

Ahora vemos lo que el poema está diciendo, para los pueblos antiguos, la creación es una lucha titánica de poderes divinos y caprichos… el hombre es solo un esclavo del sin-sentido de esos poderes. Para el hombre moderno, la creación es lo mismo, una lucha titánica de poderes naturales y azar… y el hombre es solo un esclavo de poderes y leyes naturales sin sentido ni dirección.

Pero el Génesis revela otra cosa tanto a los antiguos como al hombre “moderno”, la creación es un acto deliberado de Dios, que bajo sus propias leyes y mecanismos genera toda esta grandeza y diversidad que vemos. Dios da también al hombre y la mujer una condición distinta, un soplo que los hace su imagen y semejanza como hijos e hijas, ahora entendemos nuestra manera profunda de ser, nuestra inteligencia, nuestra razón y las búsquedas que ningúna otra creación del mundo tiene. Además, esa dignidad no es solo para la nobleza o los intelectuales o los religiosos o los que cumplan ciertas características sino que es para TODOS y cada uno de nosotros. Y lo más importante de todo, la descripción de la creación también reflejada en el Salmo 104, es la de un Dios creando un templo y estableciendo una alianza con toda la creación a través de sus hijos, nosotros. Dios no es solo el arquitecto de la creación, alejado y distante, es un Padre que entra en relación (si así lo queremos) con nosotros.

La realidad más profunda que se revela, es que Dios busca y desea entrar en relación (alianza) con su creación, haciendo al hombre y la mujer no simplemente sus criaturas, sino sus hijos e hijas.

Las consecuencias de esta realidad son devastadoras y tremendas:

• Todo conocimiento humano es solo un saber de cómo funcionan las cosas pero no su razón de ser, esa verdad profunda de la realidad no la podemos acceder por nuestra razón ni por nuestros instrumentos.
• Lo que existe no es causado por el azar, ni se mueve sin dirección, sino que tiene un sentido y una razón.
• Nuestras capacidades, inteligencia, razón, nuestros deseos, nuestra capacidad de arte, nuestra búsqueda de amor, justicia, bien y belleza, no son accidentes, reflejan en un grado las perfecciones del Creador.
• No somos dueños y señores de la naturaleza, sino administradores que deben llevar la creación con el cuidado y generosidad de Dios.
• No existe superioridad entre unos u otros, ni la raza, ni el sexo, ni la religión, ni la capacidad, ni nuestra edad, ni nuestra productividad nos dan o quitan la dignidad que nos otorga Dios como hijos.
• El fin de nuestra existencia es SER hijos de Dios. Reflejando esto en todas nuestras relaciones con la creación y el resto de las personas que son hermanos. La soledad es ficticia, todos somos familia si descubrimos al Padre que tenemos en común y entramos en relación con él.

La cosmovisión del Génesis utiliza los elementos gráficos comunes a los pueblos circundantes y los arma de manera magistral y sutil para reflejar aquello que creían les fue revelado por Dios a través de su historia. Esta revelación poética refleja las realidades más profundas que experimentamos como personas y por eso no es un relato “pasado”, o un conocimiento “superado” sino una realidad permanente expresada de manera que pueda ser captada por todas las personas de todos los tiempos.