Es muy fácil que te pierdas en la mundanidad diaria y más en este tiempo, tienes más entretenimiento por segundo que el que una persona hace 100 años tenía en toda su vida.
Todo reclama tu atención, trabajo, redes sociales, juegos, fiestas, cientos de series de televisión a demanda, eventos deportivos en vivo, programas y más programas de TV para todos los gustos. Ya no hay un solo segundo para que te aburras, ni para pensar.
Ya ni siquiera en los eventos trágicos de tu vida como la muerte de un ser cercano te conmueven lo suficiente como para detener un poco tu vida y pensar. En los velorios puedes ver personas con sus teléfonos en redes sociales, o mandando mensajes. No tienes ya nunca tiempo ni espacio para hacer una de las cosas más importantes que debes de hacer en tu vida, detenerte, reflexionar…, escuchar y escucharte.
Pero estas leyendo esto y te reto que por unos minutos pienses en lo que te estoy diciendo. ¿Realmente crees que tu vida vale tan poco como para despertarte, trabajar, pasar 4 horas en redes sociales y 2 horas diarias viendo una serie de televisión para luego repetir el ciclo? ¿Realmente crees que vale la pena gastar diariamente 4 horas viendo memes, actualizaciones de estado, fotos de mascotas y comida, sin realmente interactuar o profundizar con tus amistades más cercanas? ¿Es tu vida tan mínima como para vivir completamente volcado al puro “entretenimiento”? ¿Qué te han dejado horas y horas y horas, días y semanas ya de Game of Thrones, House of Cards, o [inserta tu serie favorita]? ¿Cuantas horas has invertido en mirar todo lo relacionado a un deporte? ¿Partidos, estadísticas, discusiones de una hora analizando una jugada de 5 segundos?
Inevitablemente tu subconsciente comenzara a retorcerse y a responder un montón de estupideces acerca de lo que supuestamente te ha “dado” ver esas series, pasar ese tiempo en FB… la realidad es que solo te han dado “perder el tiempo”.
No se trata de VER o no VER, se trata de una palabra que va a generar una reacción de vómito en ti: “moderación”, y de otra que quizá te haga tirarte al piso violentamente: “tiempo para lo importante”.
Porque aunque no lo creas tu mente tiene una gran capacidad para hacer algo más que recibir cientos de imágenes sin sentido desde una pantalla, tiene la capacidad de aprender, crear, pensar, expresarse. Tu vida, ese pequeño espacio en el tiempo que NO sabes cuanto durará (aunque de tanto escuchar esto ya no lo piensas realmente) es todo lo que tienes, donde esta semana podría ser efectivamente tu última semana con vida. Sería una idiotez decir que tu mayor logro fue un maratón de Breaking Bad, no solo una idiotez, sino quizá lo más patético que una persona despierta pudiera escuchar.
Estoy atacando directamente y frontalmente la completa estupidez que significa que desperdicies tanto tiempo en cosas sin sentido, superfluas, que solo sirven para mantenerte alejado de otras cosas que en cambio darían sentido, valor, profundidad, gozo, a tu vida y lo más importante, a la de los demás.
Una de las cosas más importantes que te pasan como ser humano es precisamente SER HUMANO. Preguntarte por el sentido de tu vida, preguntarte por lo que realmente quieres ser y por lo tanto hacer, preguntarte por Dios, por la trascendencia, por tu conciencia, por el de enfrente, por lo que él quiere, piensa, cree y significa, por los demás, por el simple hecho de existir. Y parte de ser humano incluye la diversión, el dejar de pensar, el dejar el tiempo pasar, el hacer algo que te guste por el simple hecho de que te gusta, pero es solo una parte, no tu vida entera, porque entonces tu vida entera se convierte en una payasada, digna de risa, digna de olvidarse, digna de jamás haberse vivido.
Tu vida es un fuego y lo sabes, es un desafío a la física, a la esperanza, a la realidad, a la estupidez, a la mundanidad… eres libre, realmente eres libre ¿qué harás? ¿cómo te recordarás? ¿cómo te recordarán? ¿cómo vivirás? ¿cómo morirás? Comienza por pensar, comienza por preguntarte, comienza por detenerte, comienza por vivir realmente.
–CJBS
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