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Hay muchos mitos de fecundación entre los dioses, es de hecho una de las características de los dioses paganos, nacen, comen, mueren, tienen sexo, son una proyección humana, no son el Dios trascendente que crea, sino solo seres “un poco más poderosos” con las mismas necesidades que los hombres.

Pero el relato de San Mateo y de San Lucas con respecto a la concepción de Jesús es distinta. Las palabras están muy cuidadas y en ningún momento se habla de la fecundación de la Virgen María.

  • Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús llamado Cristo. (Mt 1,16)

Es claro que no hay un elemento masculino humano en la concepción de Jesús, pero entonces ¿Qué hay de la acción de Dios? ¿No la fecunda?

  • La generación de Jesucristo fue así: María, su madre, estaba desposada con José, y antes de que conviviesen se encontró con que había concebido en su seno por obra del Espíritu Santo. (Mt 1,18)

A primera vista parece ser una leyenda más de un dios fecundando a una virgen. Pero si leemos realmente lo que se está narrando observamos otra cosa: “…Resultó que esperaba un hijo DESDE el Espíritu Santo”¹ DESDE, no, DE EL Espíritu Santo. Esto lo traducimos de manera elegante por: “…Se encontró con que había concebido en su seno por obra del Espíritu Santo”¹

El Espíritu Santo no es el elemento masculino divino de una fecundación. De hecho, la palabra Espíritu es neutral en griego y femenina en hebreo. No es una fecundación divina, sino una obra creadora. Esto hace eco en Génesis 1,2, cuando Dios le da forma a la creación: …La tiniebla cubría la faz del abismo y el espíritu de Dios se cernía sobre la superficie de las aguas. El Espíritu Santo obra por creación, que es el actuar propio de Dios. Pero hay algo más.

  • El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que nacerá Santo será llamado Hijo de Dios. (Lc 1,35)

Más claro no puede ser para quién entiende el lenguaje bíblico. La alusión en Lucas de que el Espíritu Santo cubrirá con su sombra a María, es una identificación directa de Ex 40,34: La Nube cubrió entonces el Tabernáculo y la gloria de Dios llenó la tienda.

El Tabernáculo era el lugar de la presencia de Dios en medio de su pueblo. En ambos pasajes, tanto el del NT como el del AT, la palabra usada en griego para referirse a “cubrirá” es episkiasei. Otros pasajes que hablan de episkiasei aluden a las Teofanías o manifestaciones de Dios. No tiene nada que ver con una fecundación o acción sexual divina, en la concepción de Jesús, el Espíritu Santo es la fuerza divina creando la realidad de Jesús en María.

Lo que se celebra en Navidad, no es una leyenda pagana acerca de un ser poderoso (dios) fecundando una virgen humana de la cual nacerá un héroe. Lo que se celebra es la obra CREADORA de un Dios trascendente que se encarna en nuestra humanidad, porque es fiel a su promesa y se excede en ella, porque nuestro Dios es un Dios que salva.


¹ Mt 1,18